miércoles, 6 de julio de 2011

Ejercicio para quienes no realizaron Prueba Escrita.

Aclaraciones: Este trabajo no compensa la no ralizaciòn de la Prueba escrita. Permite que tome un elemento más para evaluar el trabajo del estudiante.
igualmente, todos pueden realizar el ejercicio.

 
Gasto Público
El gasto público tiene un papel protagónico en la economía, en la medida en que le inyecta gran dinamismo, al tiempo que puede causarle daño.
El gasto público es un gran generador de empleo.
En muchos pueblos, villas y ciudades pequeñas, el Estado es casi el único empleador, y todo esto se financia con gasto público.
El gasto público inyecta una buena cantidad de recursos en la economía mediante la adquisición de bienes y servicios, el empleo, mediante la inversión en infraestructura etc.
El gasto público suele ser una medida efectiva y muy utilizada cuando el Estado intenta empujar una economía relentizada o en recesión, como está sucediendo precisamente en Estados unidos y Japón, donde han anunciado millonarias inversiones públicas para generar empleo e inyectar recursos al mercado.
Pero también el gasto público puede ser responsable de un fenómeno inflacionario, del déficit fiscal, y de otros males de la economía.
Un gasto público desmedido, que no consulta la realidad económica de un país, en lugar de dinamizar la economía puede contraerla, en la medida en que su uso inadecuado puede distorsionar diferentes aspectos, como es el mismo déficit fiscal.
El gasto público, por ejemplo, cuando se financia con recursos crediticios, puede llegar a encarecer el accedo al crédito, puesto que el Estado en muchas ocasiones sale al mercado financiero a competir con la empresa privada por financiación, afectando la productividad general del país.
Si bien el gasto público tiene la capacidad de dinamizar la economía, cuando ese gasto no corresponde a los ingresos del Estado, cuando se hace un uso irresponsable del él, puede ser un factor perturbador de la economía.
Gasto social y presupuesto 2005-2009. Extraído de: http://www.enia.org.uy/pdf/Gasto_publico.pdf
La estimación del nivel de Gasto Público Social (GPS) de un Estado permite conocer
el lugar que ocupa la agenda social dentro del conjunto de erogaciones del sector
público. Se trata de una información necesaria para la toma de decisiones, aunque
no proporciona mayores datos acerca del grado de eficiencia o efectividad de las
políticas.
Siguiendo a T. Mäkinen (1999) es posible establecer una secuencia de avances en
torno a la visión de las políticas públicas y los recursos destinados a ellas. De
acuerdo a la autora, existe una primera generación de estudios comparativos sobre
el Estado, que adopta el supuesto de que el nivel del gasto social refleja el
compromiso contraído respecto del bienestar. Ello implica suponer que gastos más
elevados conducen a una protección social más integral. Para la segunda
generación de análisis, la preocupación central es el contenido del gasto social. Se
elaboran, entonces, tipologías a través de las cuales el Estado puede catalogarse
según el nivel de beneficios otorgados, el carácter universal o residual de la política
social, la igualdad entre los sexos, el compromiso al pleno empleo y demás.
Finalmente, en la última generación de estudios el interés apunta al éxito obtenido,
al grado de cumplimiento de metas, y no al esfuerzo de protección. Es bajo esta
última mirada que se ha elaborado el presente documento: buscando aportar
elementos para establecer vínculos entre el esfuerzo fiscal, sus instrumentos y los
resultados de la protección social.
En este informe, los Presupuestos Nacionales han sido la base para aproximar el
esfuerzo fiscal” en materia social. Los lineamientos que han guiado el diseño de las
políticas de gastos e ingresos del actual gobierno pueden encontrarse en la
Exposición de Motivos que fuera presentada, con fecha 31 de agosto de 2005 por el
Poder Ejecutivo a la Asamblea General.
Dentro de la amplia problemática socioeconómica, en algunos casos agudizada y en
otros creada por la grave crisis que vivió el país desde 1999, el gobierno destaca
tres aspectos: el endeudamiento- “el más agudo de la historia del país”-; el
incremento de la pobreza- “…en 2004, más de un millón de personas, casi la
tercera parte de la población, vivía por debajo de la línea de pobreza, mientras que
también se registró un severo incremento de la indigencia, que se triplicó entre
1999 y 2004, alcanzando a más de 100 mil uruguayos”- y finalmente, las
insuficiencias en términos de empleo.
Fruto de las urgencias marcadas por este escenario, se establece que las grandes
orientaciones del Presupuesto suponen una visión de mediano y largo plazo
(“asegurar el acceso a las oportunidades sociales para que los integrantes de
nuestra sociedad puedan aspirar a realizarse integralmente como seres humanos”).
Al mismo tiempo, se manifiesta que el cumplimiento de estas metas, implica un
esfuerzo en términos del nivel y composición del gasto público que “en el corto
plazo, el país no está en condiciones de alcanzar”.
De acuerdo a estas consideraciones, la política fiscal buscará estimular la inversión
productiva, restituir la confianza y la estabilidad en la economía y en la sociedad
uruguaya y favorecer el crecimiento económico. Para que ello sea viable, el
programa fiscal considera fundamental una importante recuperación de la inversión
pública, al tiempo que se apunta a “reducir de manera sustancial el elevadísimo
endeudamiento público heredado, para reducir la carga de los intereses de la
deuda, que actualmente absorben una parte sustantiva de los ingresos del Estado”.
Es importante subrayar que la alusión a “estabilidad” económica y social, adquiere
una dimensión particular en la formulación de la propuesta del gobierno. Ella8
implica no solamente mantener registros de inflación “inferiores a los observados
en la economía uruguaya durante los últimos años” o procurar el equilibrio de las
cuentas públicas y de balanza de pagos, sino también mantener elevados niveles de
empleo y profundizar la atención a los sectores más vulnerables de la población.
Explícitamente, el documento mencionado expresa que: “el compromiso con la
ejecución del plan de asistencia a la emergencia social durante el transcurso de los
dos años de su vigencia constituye una condición fundamental del programa de
gobierno y, por lo tanto, de su expresión financiera”.
En función de lo anterior, la elaboración del presupuesto quinquenal se ha
focalizado en atender las actividades prioritarias (atención de la emergencia social,
salud, educación, seguridad pública y disponibilidad, de infraestructura) y
recomponer la estructura del gasto (se preocupará por la recuperación del deterioro
sufrido por los salarios y las pasividades reales –particularmente los más
sumergidos – así como de la mejora de la relación entre gastos de funcionamiento
e inversiones a favor de estas últimas). Estos objetivos se encuentran limitados por
los márgenes de maniobra impuestos por la inflexibilidad de reducción de ciertos
gastos, como las retribuciones personales, los gastos estructurales- suministros y
otros-, los intereses de deuda y las transferencias a la seguridad social.
En este contexto, el diseño y ejecución de política sociales integrales durante este
período de gobierno entraña enormes desafíos. Por un lado, porque si bien,
históricamente, el Estado uruguayo no ha sido prescindente en términos de
políticas sociales- de hecho, ha estado a la vanguardia en el contexto
latinoamericano, equiparándose, durante ciertos períodos, con los países
desarrollados- también es cierto que las condiciones de bienestar de la población se
han deteriorado aceleradamente durante los últimos tiempos. Por otro lado, porque
el énfasis en la atención de la emergencia social, en el marco de una recomposición
y contención del gasto deja al descubierto la necesidad de “trazar líneas de acción
que intenten revertir la historia de las políticas públicas en el Uruguay caracterizada
por reiteradas constataciones de un problema y constantes intentos fundacionales
por solucionarlo, generándose entonces, una sucesión de ideas, diagnósticos y
políticas, y no una real acumulación que enriquezca el escenario de las políticas
sociales” (Sosa, A. y Sienra, M. 2005). En definitiva, es posible que el mayor
desafío en esta etapa consista en atender los graves problemas sociales
identificando, articulando y coordinando las acciones de instituciones que han
coexistido desde diferentes etapas históricas, superponiéndose y hasta compitiendo
entre sí. Sin embargo, existe un reto adicional que debe afrontarse: el de la
articulación entre políticas focalizadas e integrales.

Ejercicio
Consultando el texto sobre gasto público y tú cuaderno. Lee el texto: Gasto social y presupuesto 2005-2009 y responde:
  1. ¿Qué se pretende cuando se aumenta el Gasto Público Social (GPS)?
  2. ¿Gastar más significa necesariamente una mayor y efectiva protección social? Exlpica
  3. ¿Qué factores limitan la cantidad de GPS que puede realizar un Estado?
  4. ¿Qué elementos del GPS priorizó el Gobierno Nacional en el período 2005-2009?

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